Obsolescencia programada, ¿mito o realidad?
Obsolescencia programada
Lo primero que nos gustaría explicarle, es que significa el término obsolescencia programada. La obsolescencia programada es la vida útil que le ofrece una organización a un producto, cuando pasa su periodo de vida útil el producto se volverá obsoleto.
Ha sido creado para que el consumidor se encuentre en la obligación de conseguir un nuevo producto, igual o muy similar. La gran mayoría de los productos se fabrican con fecha de caducidad, y en la gran mayoría de ocasiones cuando un dispositivo se estropea es mucho más económico conseguir una nuevo que repararlo.
La obsolescencia programada asegura la demanda de los productos, por lo tanto, las organizaciones consiguen más beneficios y se aseguran de que la oferta continúa. Esto es un factor muy importante en el desarrollo de la economía.
Tipos de obsolescencia
Existen tres tipos diferentes de obsolescencia:
- La obsolescencia de función. Se da cuando se lanza un producto a la venta que mejora a su antecesor.
- La obsolescencia de calidad. Se produce cuando el producto, después de tener cierto tiempo de uso, comienza a presentar fallos.
- La obsolescencia de deseo. Esta es la más próxima al consumismo, ya que los usuarios cambian de producto solo por el mero hecho de tener el último modelo disponible.
La obsolescencia programada afecta de diferentes formas a los consumidores, de forma económica y de forma psicológica. Se adentran en un ciclo de consumismo en el que se crea la necesidad de comprar, usar y tirar, y llegamos a desear productos que no necesitamos.
Este sistema se encuentra muy liado a los problemas que existen en la actualidad con respecto a los residuos. Se generan gran cantidad de residuos que son un problema para el medio ambiente.
¿En que momento surgió la obsolescencia programada?
El consumo que experimenta la sociedad y la obsolescencia programada son la base del sistema social y económico en el que vivimos hoy en día. Sin embargo, este sistema no es nuevo y comenzó a establecerse en el año 1920.
Grandes fabricantes como Philips o General Electric, acordaron reducir la vida útil de las bombillas para incrementar las ventas. La bombilla que inventó Edison en el año 1879 tenía una vida útil media de 2500 horas, pero en el año 1925 sólo duraban 1000 horas.
La obsolescencia programada surge en el año 1932, pero no fue hasta 1954 cuando se hizo popular gracias al discurso emitido por el diseñador industrial Brooks Stevens.
Hoy en día son muy pocos los productos que no se encuentran programados para que su vida útil tenga un fin. Todos los productos tienen un tiempo de vida útil determinado por el fabricante.
Sabemos que los coches que se fabricaban en los años 50 o 60 podían tener hasta el doble de vida útil que la que tienen los coches en la actualidad. Otro ejemplo puede ser las piezas de lo coches, algunos de los componentes como los frenos después de un tiempo empiezan a perder su capacidad.
¿Cómo afecta la obsolescencia programada a la generación de residuos?
La vida útil de ciertos productos se ha reducido notablemente, estos productos pueden contener sustancias contaminantes. Muchas organizaciones aseguran un mantenimiento ecológico de los residuos y algunas organizaciones ofrecen un servicio con los que se encargan de eliminarlos, sin embargo, muchos de los residuos terminan en países del tercer mundo, en estos países la contaminación y los residuos pueden afectar de forma mucho más grave a los habitantes.
¿Cuáles son las alternativas a la obsolescencia programada?
Realizar un diseño sostenible, los diseñadores deberán pensar no solo en utilizar materiales ecológicos, o en el proceso de eliminación de estos productos, sino que también deberán trabajar la utilización de los productos y crear más consciencia.
Diseño social, las personas que crean productos alternativos con materiales biodegradables, es decir, generan soluciones positivas para el medio ambiente.
¿Qué podemos hacer nosotros para combatirla?
La idea de la obsolescencia programada es hacernos comprar nuevos productos, pero antes de ir a comprar uno nuevo podemos hacer otras cosas diferentes, como probar a reparar el producto, cambiar las piezas que se hayan estropeado, proteger a los aparatos electrónicos para evitar daños y alargar su vida útil.
Se tienen que reciclar los productos, muchas organizaciones reciclan los productos ya que con el material de estos productos pueden fabricar unos nuevos.
Existen diferentes productos que no tiene obsolescencia programada, por lo tanto, los productos tienen una vida útil mucho más larga y depende del cuidado que les ofrezcamos.
Como conclusión, podemos decir que la obsolescencia programada se creó con fines económicos, para aumentar las ventas de algunos productos y así las organizaciones obtengan mayores beneficios. Está en nuestra mano aportar nuestro granito de arena para que el problema de los residuos sea el menor posible.
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